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Articulo publicado por el Diario digital La voz del pueblo, 19 de junio de 2016
Lucas Alberca: "quiero devolver a la sociedad la oportunidad de estudiar"
Compartimos la entrevista realizada por "La voz del pueblo"de Tres Arroyos, al joven cientifico premiado en Francia por su trabajo sobre medicación para el Mal de Chagas
Lucas Alberca

Lucas Alberca tiene 28 años, es licenciado en biotecnología y biología molecular. Estudió el Primario en Escuela Nº 5, luego hizo 8º y 9º año en la Escuela Técnica y el Polimodal, con orientación en Ciencias Naturales, en el ex Colegio Nacional de Tres Arroyos.

Entre los conceptos que comparte con LA VOZ DEL PUEBLO, Lucas expresa que nunca se imaginó que iba poder estudiar. Es el primero en su familia en continuar con estudios universitarios, el primero en tener un título y en irse a Europa.

Se manifiesta muy orgulloso por el esfuerzo que "hemos hecho todos", reconociendo así, el suyo, como un logro familiar.
Desde su enorme humildad y compromiso con el otro, Lucas cuenta su historia, una vida llena de esperanzas, buenos ejemplos, sacrificio, amor por lo que se hace. Un chico de barrio, que le devuelve a la sociedad lo que le dio: la posibilidad de estudiar. Un hijo que reconoce el enorme esfuerzo de sus padres, el primero en su familia en tener un título. Un placer escucharlo contar con pasión sus investigaciones y experiencias de vida.

La carrera
A Lucas siempre le interesó la medicina, la genética y la biología; entonces se decidió por la biotecnología. "Cuando lo elegí no sabía muy bien qué era, sólo había hecho algún trabajo en la escuela, algo busqué en internet, pero estaba en tercer año de la carrera y recién ahí me iba dando cuenta de qué se trataba la carrera, me fui haciendo", contó Lucas Alberca.

Hubo algún momento en el que el joven flaqueó en su decisión. Nada fue fácil, ni para él, ni para su familia, que sostenía su estudio. "Cuando estaba por el tercer o cuarto año, el esfuerzo de mis viejos, todo el gasto para venir a La Plata, eso me hacía bajar el ánimo algunas veces". Llegó a la Ciudad de las Diagonales en noviembre del 2005, unos meses antes de terminar el Polimodal, en ese momento buscó una pensión y se anotó en la facultad. "Viví un año en la pensión con 25 chicos más. Era complicado estudiar, pero estuvo buenísimo porque me formé, aprendí un montón de cosas. Con algunos de estos chicos me fui a vivir a un departamento. Mis papás me seguían ayudando y yo hacía algunos laburitos. Empecé como canchero en un predio de fútbol y después en la sala de computación de la facultad. Desde 2006 hasta 2011 tuve una beca universitaria que daba el Ministerio de Educación".

Lucas se recibió en 2014 como licenciado en biotecnología y biología molecular. Es una carrera que tiene un término de cinco años y "yo la hice en ocho. En un momento dividí mi tiempo. Prioricé otras cosas, tenía que trabajar, mi viejo me ayudaba, pero no llegaba y a mí no me gustaba tampoco que hiciera tanto sacrificio. Yo quería ayudar", cuenta Lucas parte de su historia y sacrificios familiares.

Proyectos de extensión
En La Plata, Lucas se involucró en proyectos de extensión que tenían una veta social. El objetivo era claro: ayudar al prójimo. "Hay proyectos de extensión en la Universidad. Participé de los que eran de investigación, los que la facultad destina, con el fin de darle a la gente que está pagando sus impuestos para que uno pueda estudiar, una solución inmediata. Trabajaba en un proyecto en el que hacíamos kefir, un probiótico, similar a un yogurt, pero con más beneficios y lo repartíamos en comedores y en escuelas. En mi carrera hay muchos que se inclinan a la industria. Yo me formé en la facultad con el fin de devolver a la sociedad la oportunidad que me dio para estudiar, eso es prioridad, más que llenarme de plata", muestra a través de sus palabras los ideales que movilizan su vida y trabajo.

Reflexión
"A los chicos de Tres Arroyos les digo que no es imposible estudiar, que se puede hacerlo y trabajar. Además ahora en La Plata hay una casa de estudios donde se pueden alojar y seguro es gratis o muy accesible. Les digo que se animen, que nada es imposible. Hay becas, nada es imposible", insiste.

Y agrega: "Si te gusta lo que vas a estudiar, es mucho más fácil. Hay que tener mucha dedicación. A mí me gustaría tener mis propios proyectos, estudiando alguna otra enfermedad. Todo el tiempo encontrás nuevas razones por las que luchar en lo social. Mi carrera puede ayudar mucho en eso. Una vez que empezás, investigas. No tiene que ver qué carrera seguís, sino de qué proyecto participas", deja Lucas como reflexión y ejemplo a partir de su propia experiencia.

Un fármaco para el mal de Chagas
Mientras estudiaba, a Lucas, que es un chico muy inquieto, le gustaba hacer otras actividades. Así es que descubrió que estaban desarrollando un proyecto de investigación donde buscaban un fármaco, medicamentos, para la enfermedad de Chagas. "Escuché de este proyecto en una charla, me interesó y me metí. Lo terminé cuando me recibí, me ofrecieron el trabajo ahí. Entonces pedí una beca en el Conicet para trabajar en el Laboratorio de Investigación y Desarrollo de Bioactivos (LIDeB) que pertenece a la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP.

Lucas le explica a LA VOZ DEL PUEBLO en qué consiste la investigación de la que participa. "Hacemos una búsqueda en computadora de compuestos medicamentos, que pueden llegar a tener una actividad para la enfermedad de Chagas. La compramos y la evaluamos en el parásito trypanosoma cruzi. La probamos en ratones infectados con el parásito y una vez que pasa esa fase, ya no nos encargamos. Lo hacen los médicos".

Añadió que "encontramos compuestos fármacos que están en uso para otras enfermedades, que se podrían utilizar para la enfermedad de Chagas ya que matan el parásito y tiene actividad en ratones. Ahora estamos en la etapa del ensayo crónico".

"La enfermedad de Chagas tiene una fase aguda que dura unos meses y después una fase crónica. No tiene medicación para esta última fase que dura toda la vida. Se usan fármacos como el benznidazol, pero ninguno causa una inhibición del parásito y tiene muchos efectos secundarios adversos", afirma.

En tanto, Lucas indica: "Estamos buscando algo mejor. El estudio lleva un tiempo. Venimos bien, la única duda es cómo introducir el medicamento que ya está probado para otras enfermedades, cuando se hagan estudios en humanos, si es que se usa la misma dosis, tendríamos hacer nuevamente estudio" describe la situación en la que se encuentra la investigación".

Luca recalca que hay fármacos que pueden funcionar en otras enfermedades, este conocimiento, acelera el proceso porque sino "tenés un montón de gastos. Entonces, estos estudios ya están hechos; se realizaron para otra indicación terapéutica. Se hace una búsqueda en un montón de compuestos que ya fueron evaluados, que no son fármacos, sino otro tipo de compuestos contra el parásito".

"Nosotros queremos inhibir una parte en particular del trypanosoma cruzi, que el humano no la tiene y el parásito sí, sería entonces lesivo para el mismo. Lo que hacemos es crear modelos con esos compuestos que fueron evaluados, que nos den diferentes características de los compuestos para que nos digan cuáles pueden presentar la actividad y cuáles no", manifesta.

El licenciado afirma: "Los modelos se los aplicamos a todos los fármacos aprobados que hay. El modelo nos va a decir cuál de esos fármacos podrían servir y cuáles no. La parte computacional del modelado llevó un año y la parte de evaluación ya supera el año, pero no terminamos".

Francia, proyectos sociales innovadores
La experiencia en Francia fue para Lucas algo excepcional. Lo cuenta con entusiasmo y mucho orgullo. "Presentamos el proyecto de la búsqueda de nuevos medicamentos mediante esta estrategia, a la The World Academy of Science -la Academia Oficial de Ciencias- y ellos derivan a diferentes congresos y te pagan dependiendo el proyecto que tengas".

"El nuestro era muy innovador y tenía un aspecto social muy importante, porque el Chagas es la enfermedad de gente humilde y las compañías farmacéuticas no lo consideran un mercado importante. Nos mandaron a un Congreso Biovisión en Lyon, en Francia, de proyectos innovadores con aspecto social", sostiene.

Entre sus apreciaciones, dice: "Ninguno había ido nunca, así que lo único que sabíamos es que teníamos una fase de entrenamiento. Nos pagaron el pasaje y la estadía. Para mí todo era nuevo, nunca había viajado a Europa, con un inglés más o menos, entiendo cuando lo leo muy bien, pero me practiqué de memoria una charla que tuve que dar".

"En el entrenamiento nos hicieron correcciones para que planteemos bien la problemática para que pudiéramos interesar a las grandes compañías que iban a estar presentes. Eramos 14 chicos de distintos países y me seleccionaron a mí y a otra chica como los ganadores de ese concurso. Al día siguiente nos hicieron presentar ese trabajo frente a esos grupos de empresarios. Ahí no pude ganar, había proyectos muy avanzados. Nosotros destacamos que pudimos hacer muchos contactos, y de ese modo conseguir recursos para la investigación, ya que hay que comprar ratones, las drogas y en el laboratorio no hay tantos recursos, así que pudimos hacer contactos para poder obtenerlos", finaliza Lucas.

Autora:  Valentina Pereyra
http://www.lavozdelpueblo.com.ar/

 

Actualizado el 22/06/2016
 
 
 
 
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