Lo que no ven, los que no se ven

La detección y corrección de defectos refractivos en la infancia pueden evitar que se profundicen los daños visuales en la población. Según los registros estadísticos del Programa Salud Visual para todos, que desde hace más de 13 años lleva adelante la Facultad de Ciencias Exactas bajo la dirección de la Optómetra Laura Brusi, la situación en las zonas vulnerables de la región es preocupante. Especialmente los casos de refracción visual en niñes, que según las cifras que maneja la OMS rondan el 4% de la población infantil y en nuestros barrios llegan al 11%.
"La vulnerabilidad es altisima, reconoce Brusi, y el momento de corregirlo es ahora, es ya, porque si no se corrige, se detiene el desarrollo ocular y le queda un daño visual permanente. La mayoría de los chicos y chicas que vemos a diario no tienen un daño estructural del órgano en sí, sino que lo que sucede es que la imagen no llega a la retina y eso hace que esas estructuras oculares no crezcan sanas, pero puede solucionarse con una corrección óptica", explica la optómetra.
"La situación de la personas adultas también debe ser corregida a tiempo- sostiene Brusi- después de los 40 años muchas personas entran en la presbicia, que es la falta de enfoque para mirar en visión próxima, y que las inhabilita para muchas de las actividades diarias. Este problema, que resulta tan discapacitante, puede resolverse con un simple anteojo para lectura, pero la realidad social, económica,no solohace que gran cantidad de gente no pueda acceder a la solución de problema primario, sino que también se queda sin la posibilidad de un examen visual completo en el que pueda detectarse cualquier condición que requiera ser atendida en el segundo nivel en el servicio de oftalmólogía.
La importancia de la atención primaria en Salud Visual
El programa Salud Visual nació hace más de 13 años, ante la necesidad de la cobertura del cuidado visual y ocular primario, que no está contemplado el sistema de salud pública.
Las salas sanitarias, que son el primer nivel de atención, no cuentan con el personal adecuado para realizar el trabajo de prevención, educación, diagnóstico, corrección y derivación al segundo nivel de atención en casos necesario, que deberían realizar los y las optómetras.
En ese sentido el Programa realiza trabajos en los barrios, en jornadas comunitarias, en convenio con municipios, para que los y las profesionales formadas en la Facultad brinden el servicio de atención primaria a la comunidad.
"Actualmente ese servicio a la comunidad lo presta el médico oftalmólogo, que es un médico especialista de segundo nivel de atención. Con lo cual, todas aquellas personas que dependen del sistema público de salud y de la salita del barrio, estaban absolutamente desprotegidas de atención primaria teniendo que ir directamente a los hospitales, que generalmente no dan abasto para responder a la demanda" explica Brusi.
Los efectos de la crisis
"La necesidad obviamente se agudiza frente a los quiebres económicos como el que vivimos en el 2001 y el que estamos viviendo ahora. Y ahí es donde surgen más las necesidades y se pone en evidencia la importancia de la salud visual para las posibilidades laborales de las personas adultas y para la escolarización de los niños. Es una atención de primera necesidad" sostiene Brusi
"El programa tenía una capacidad de recursos humanos, tecnológicos y presupuestarios para atender a 1200 personas por año, pero en el último mes, nos han pulverizado lo que nos quedaba de presupuesto y por supuesto no vamos a poder llegar a cubrir este número" afirma la titular del Programa de Extensión Salud Visual de la Facultad de Ciencias Exactas.