Jorge Ugaz se sumó a las brigadas sanitarias en abril del 2020. Desde ese momento ha recorrido los barrios de la cuidad vacunando contra la gripe, hisopando, buscando casos sospechosos de COVID-19 casa por casa o asistiendo a familias aisladas. Ayer, en la campaña de vacunación COVID-19, le tocó vacunar a su mamá, Violeta Ojeda.
"Llegué a las Brigadas a través de una amiga, sentía que no podía quedarme en casa sin hacer nada. Mi mamá es enfermera y me ayudó mucho cuando aprendi a vacunar", relata Jorge que es uno de los miles de Vacunadores Eventuales Covid 19 capacitados y acreditados por el Ministrerio de Salud bonaerense.
Por su trabajo Violeta recibió la primera dosis en el Hospital de niños en el turno mańana, pero quiso la casualidad que ayer tuvo que cambiar el horario y fue a recibir la segunda dosis a la tarde, en el horario en que su hijo se desempeña como coordinador entre las Brigadas y ese centro de vacunación, y fue vacunada por él. "Cuando la vi me sorprendi y quise vacunarla, aunque no voy a negar que me sentí un poco nervioso", cuenta Jorge y recuerda el orgullo de su mamá cuando se reecontraron en la casa.
"La participación en las Brigadas me cambió un montón la forma de pensar la profesión, salir a los barrios me desmostró que quienes nos dedicamos a la bioquímica no sólo podemos estar en un laboratorio, sino que tenemos mucho para aportar a la comunidad también en el territorio", afirma el brigadista que está a solo seis finales de recibirse.
Para sus compañeres de las Brigadas Sanitarias Ramona Medina, que cumplen un ańo de trabajo ininterrupido en las barriadas de la región, la foto de Jorge vacunando a su mamá vale mas que mil palabras: "en la mirada de Violeta está la Patria", escribieron en sus redes sociales.