En el mismo sentido recientes fallos de la misma Corte en que se habilita la prisión domiciliaria para genocidas y el panorama incierto que se abre para la efectivización de las condenas a apropiadores de menores durante la última dictadura cívico-militar generan profunda preocupación.
El otorgamiento de la prisión domiciliaria al genocida Etchecolatz en una de las causas en que está condenado, los discursos negacionistas y/o de reconciliación que no tienen en cuenta el sintagma “Memoria, Verdad y Justicia” y el desmantelamiento de programas relacionados con los juicios de lesa humanidad inquietan por mostrar un importante retroceso en la política de Memoria, Verdad y Justicia por parte del Estado.
Las autoridades de esta casa de estudios apoyan y hacen eco de las manifestaciones y acciones judiciales que los Organismos de Derechos Humanos y la Universidad misma realicen ante los estrados nacionales e internacionales competentes.
Consideramos que el Estado debe responder a este reclamo masivo de la sociedad y procurar justicia para los 30.000 desaparecidos y los más de 500 nietos que fueron apropiados.
Prof. Dr. Carlos M. Naón, Decano.
Prof. Dr. Mario Rentería, Director de Derechos Humanos.