El pasado sábado 16 de febrero se llevó a cabo la decimoquinta Fiesta del tomate platense, en la Estación Experimental Julio Hirschhorn ubicada en 66 y 161. Participaron quienes producen ese fruto en el Cordón Hortícola de nuestra ciudad y numerosos espacios de la la Universidad que trabajan en conjunto con el sector .

El Proyecto de Extensión "Banco de gemoplasma", que  funciona desde el año 2013,  nuclea a  productores familiares de la zona, docentes, estudiantes y graduados de la facultades de Exactas, Veterinaria,  Agronomía, Humanidades, Ingeniería y los 3 colegios de la UNLP, se ocupa de guardar las semillas de las mas de nueve variedades de tomate platense para que puedan se sembradas cada año.

"En el banco realizamos la extracción y limpieza de las semillas de los productos que nos proporcionan las cooperativas hortícolas de la zona, las secamos y las conservamos en frío  para que estén disponibles para la próxima campaña", explica el biotecnólogo Raul Amado Cattáneo, que realiza su tesis doctoral en la Facultad de Ciencias Exactas, estudiando las variedades de semillas del tomate platense.

Para el sector hortícola platense mantener las semillas de las variedades locales es una forma de rescatar la cultura de muchas familias que desde hace muchos años trabajan la tierra, y es pensar un modelo de producción hortícola con soberanía, sostiene Amado Cattáneo.

El mercado de las semillas hortícolas esta dominado por 4 grupos que concentran a la gran mayoría de empresas productoras, y que son las que manejan el precio de los productos y de los agroquímicos , haciendo que quienes se dedican a la agricultura familiar dependan de ellas. Las diferencias de precio son abismales, un kilo de semillas híbridas, realizadas combinando las mejores características de las plantas de tomate,  cuesta cerca de 90.000 dólares, mientras que un kilo de semillas de tomate platense pueden conseguirse a 150.

En este contexto es que el  proyecto  busca generar  un espacio de participación, que permita poner al servicio de la producción local las herramientas técnicas y los recursos humanos de la Universidad pública, en la búsqueda de un modelo que priorice a los productores, consumidores y el cuidado del ambiente por sobre los intereses del mercado.

El proyecto Banco de germoplasma esta dirigido por los docentes de Exactas María Soledad Lynn y Andrés McCarthy, y coordinado por Raúl Amado Cattáneo por Exactas, Sergio Dumrauf por Veterinaria, Maria Laura Bravo por Agronomía y junto a docentes de Humanidades, Ingeniería y los colegios de la UNLP.