A fines de marzo, y después de un lucha colectiva de más de 15 años, el barrio La Rotonda de Florencio Varela obtuvo la condena a la empresa fundidora de plomo Industrial Varela SRL por la contaminación que generaba, y al Municipio local por la falta de control.
La demanda colectiva fue llevada adelante por la Clínica Jurídica de Derechos Humanos de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, con el aporte científico del Centro de Investigaciones de Medio Ambiente (CIM) de la Facultad de Ciencias Exactas, quienes trabajaron en el control de las pericias ambientales y en la realización de una investigación sobre la contaminación que provocaba el plomo en la zona
La huella de Nina Ronco
En 2011 Constanza Bernasconi era pasante del CIM, estaba terminado sus estudios de la Licenciatura en Química y Tecnología Ambiental, no conocía el barrio La Rotonda de Florencio Varela y no tenía tema de tesis de grado todavía.
La Dra. Nina Ronco, recibió el pedido de la Clínica Jurídica para asesorarlos en el tema de la contaminación, porque había abierta una causa iniciada por vecinas y maestras de la zona que habían detectado problemas de salud en niños y niñas , falta de atención y mareos entre otros síntomas, y estimaban que se debía a la cercanía con la fábrica de plomo. El equipo jurídico extensionista necesitaba apoyo técnico sobre el tema para poder fundamentar la demanda.
"Nina me dijo que esto podía ser el tema de mi tesis, yo trabajaba en metales pesados como el plomo, era una necesidad de la gente y una oportunidad de realizar una investigación aplicada. La Dra. Carina Apartin se sumó como codirectora y fuimos al barrio. El contacto con la vecindad fue muy importante para determinar los lugares de toma de muestras, ellos y ellas sabían por donde pasaban los camiones, conocían el funcionamiento de la empresa y eso nos permitió tener un panorama amplio del problema", recuerda la investigadora.
Durante este largo período el equipo del CIM llevó adelante dos vías de trabajo, por un lado realizaron el control de las pericias solicitadas en el marco de la causa judicial, y por el otro avanzaron en el trabajo de investigación integral en el marco de la tesis de grado sobre la situación del barrio.
"Cuando se realizaban las mediciones de plomo a pedido de la justicia la empresa se cuidaba y muchas veces los valores no reflejaban la realidad cotidiana, por eso fue muy importante la tesis de Constanza, que aportó un panorama mas completo. La investigación determinó que estábamos en presencia un verdadero riesgo ambiental, ya que detectamos plomo , en el material particulado sedimentable (polvo que se deposita por gravedad), en las calles que habían sido rellenadas con desechos y hasta en las hojas los árboles aledañas a la fábrica", explica la Dra. Apartin.
Una defensa inesperada
Constanza terminó sus tesis en 2014, fue evaluada por un jurado reconocido en el ambiente científico, pero su mayor desafío fue defender su investigación años después, frente a un tribunal del poder judicial. " Desde el Organismo de control, que representaba a la Provincia en el juicio, cuestionaban mi trabajo porque comparaba los valores de contaminación con la legislación de otros países, por ejemplo", cuenta Constanza. Sin embargo la documentación, las pruebas y la bibliografía aportada por el trabajo fue fundamental a la hora de la sentencia.
Finalmente la justicia ordenó la erradicación de la empresa de la zona, exigiéndole que mude a un parque industrial, y otras medidas que apuntan a la reparación del daño, como el asfalto de las calles que fueron rellenadas con desechos contaminantes.
El CIM tiene una trayectoria de acompañamiento a la comunidad frente a problemas ambientales en la región, iniciada por la Dra Ronco y llevada adelante por todo el equipo que actualmente integra el instituto.