El próximo 10 de abril a las 18 hs, en el playón del Edificio Abuelas de Plaza de Mayo de la Facultad de Ciencias Exactas, se llevará a cabo el acto de entrega del diploma de «Doctor Honoris Causa» de la Universidad Nacional de La Plata al Dr. Roberto Salvarezza. Dialogamos sobre su trayectoria, la ciencia , la politica,  la soberanía y el significado de este reconocimiento.

Prensa Exactas (PE)-  ¿Roberto Salvarezza es un político o un científico?

Roberto Salvarezza (RS)- Soy un científico en la política, creo que es el lugar que me corresponde. He estado más de 45 años en el sistema de ciencia, lo conozco bien desde adentro. Fui profesional técnico del CONICET, fui becario externo, hice toda mi carrera de investigador y luego fui incorporando temas de gestión y finalmente me llevaron a definiciones de política científica cuando llegué a la presidencia del CONICET. Posteriormente fui diputado, siendo el vicepresidente de la Comisión de ciencia y tecnología de la Cámara y posteriormente asumí el cargo de Ministro de Ciencia e innovación tecnológica. Creo que es muy importante que los científicos entendamos que gran parte de nuestra actividad depende de definiciones que se hacen a nivel político y de estrategias y modelos que adoptan los países para su desarrollo.

PE - ¿Quiénes hacen ciencia deben meterse más en política?

RS- Yo creo que es fundamental, en un   modelo de primarización de la economía, que exporta recursos naturales sin valor agregado, no se necesita un sistema de ciencia importante, alcanza con publicar algunos trabajos, ganar algún premio; pero seguramente no tendrá trascendencia real en la vida de los ciudadanos. Entonces, quienes hacemos ciencia, tenemos  que debatir qué país queremos y apostar a un proyecto que tenga este perfil.  

PE-  ¿Es posible pensar en términos de soberanía científica sobre el el petróleo o  litio?

RS- Yo creo que el tema del litio es un caso paradigmático, Argentina viene produciendo carbonato de litio  desde los 90, primero en Catamarca, luego  en Jujuy; la verdad que el volumen de producción de Argentina -que está  en cuarto lugar a nivel mundial- no son volúmenes en este momento significativos pero traccionado por lo que es la electromovilidad, el tema de la transición energética y la posibilidad de que la energía solar y  la eólica sean almacenadas en baterías, hace que este litio se haya convertido en algo muchísimo más codiciado que hace 10 años. No podemos dejar que ese litio se vaya como carbonato de litio -que tiene bajo valor agregado- sino que tenemos que llegar  a hacer las baterías. En ese recorrido es que la ciencia, la tecnología  y los sistemas de ciencia juegan un papel fundamental.  Hace dos años decíamos la palabra industrializar el litio, hacer baterías y nos contestaban que era un imposible; que Argentina debia conformarse con la  minería.

PE- En  este sentido qué rol cumple la planta de celdas litio que instaló la UNLP?

RS- La decisión que tomó la UNLP junto a YTEC, de llevar adelante la planta, fue una demostración de que Argentina puede, conoce la   tecnología y la domina como para poder producir las celdas y las baterías. En dos años  se cambió  una visión de llevar un producto al exterior  y exportarlo, a la idea de poder transitar toda la cadena de agregado de valor del litio, y en este sentido tuvo un papel central la planta que está próxima a empezar a producir sus celdas de baterías. Son 10 años de investigación, de trabajo en el laboratorio, pasando por la escala piloto que se hizo en la planta que posee YTEC , hasta llegar a la escala industrial; es gran mérito   de las y los científicos, de la UNLP y de YPF por haber apostado a la industrialización y haber logrado que esa mentalidad de que no se puede, se transforme .

PE-¿Cuál fue el papel de Exactas  en relación a este proyecto?

RS-La facultad es el núcleo desde donde han salido las y los científicos que desarrollaron los materiales de electrodos, quienes investigaron, quienes hoy en día poseen patentes sobre estos temas y que han sido quienes tomaron las decisiones tecnológicas; por ejemplo, han tomado la decisión de que el material de cátodo sea de litio-hierro fosfato que es seguro y es la tecnología que se está imponiendo hoy en día en el mundo. Son años de investigación, 12, 15 años dedicados a trabajar y estudiar . En el INIFTA hay grupos que han trabajado históricamente en el tema de energía, el hidrógeno en los 70 y el litio en los 90 fueron temas centrales que tomaron quienes investigan.

PE- En su paso por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación tuvo que enfrentar la pandemia, ¿qué balance hace?

RS- Argentina tiene la capacidad de desarrollar tecnología y ciencia porque tiene muy buenos recursos humanos, tiene muchísima capacidad. Se hicieron cosas muy importantes; elementos de protección, los kit de diagnóstico, etc. la verdad que el sistema de ciencia respondió muy bien. Quedó demostrado que cuando al sistema de ciencia se le da un objetivo concreto, con definiciones de política científica, aparece la capacidad para resolver ciertos problemas. El Estado debe señalar cuales son las prioridades del país, y ahí seguramente vamos a encontrar a la comunidad científica trabajando en esos temas.

PE- ¿Cómo conviven los intereses del país con los intereses de las empresas que explotan el litio y el petróleo?

RS- Durante la crisis energética por efecto de la guerra, las empresas privadas prefirieron, en muchos casos, exportar porque les convenía monetariamente; mientras YPF priorizó tener combustible para los argentinos mirando no solo el interés del precio, sino el interés del país. Y esto es posible porque una empresa donde mayoritariamente tiene participación el Estado tiene ese rol de estar en el negocio, pero desarrollar también la matriz productiva del país; es decir atender también las circunstancias que van ocurriendo. Yo creo que, si viniera un gobierno de neto corte neoliberal, Vaca Muerta seguiría como tal, pero el tema es cómo y quién se beneficiaría de esos recursos.  Si vamos a exportar todo el petróleo y no vamos a mandar una parte a nuestras destilerías vamos a tener un problema, si el precio internacional del petróleo es más alto del que podemos pagar aquí, entonces no habría petróleo que los argentinos pudieran destilar y deberíamos importar combustibles, aceites, etc. Con el litio pasa lo mismo, si no fuésemos capaces de fabricar nuestras baterías, estaríamos frente al siguiente absurdo:  estaríamos exportando el carbonato de litio y estaríamos luego importando baterías cinco veces más caras para los vehículos eléctricos que a esos costos ya no se fabricarían en nuestro país.

PE-¿Qué pasa con el cuidado del medioambiente y el desarrollo de energías limpias?

RS-El presente de YPF es gas y petróleo dirigido fundamentalmente a Vaca Muerta, sin embargo, existe YPF luz que produce energía eléctrica y es el segundo productor de energía verde, a partir de tres parques eólicos y un parque solar. Es decir, una empresa de energía que produce petróleo y el gas, pero apuesta a la transición energética apuntando a energías renovables y de ahí viene, también, este concepto de baterías de litio para almacenar estas energías y también el hidrogeno como un vector energético.

PE-Finalmente ¿qué significa en su carrera el Doctorado Honoris Causa?

Me siento tremendamente honrado. Empecé en el 77 como un técnico del CONICET en el INIFTA, y toda mi vida ha sido en el ambiente académico de la Universidad. Mi carrera científica ha estado aquí, así que siento una emoción y una alegría muy grande y, lo digo abiertamente, es el reconocimiento más importante que he tenido en mi carrera. He ganado varios premios en nuestro país, varias distinciones en el exterior también, pero esto es un premio que valoro enormemente porque también es mi comunidad, donde hemos vivido tantos años, hemos trabajado apostando en épocas buenas y malas, hemos hecho ciencia, tecnología y creo que ha quedado demostrado que la UNLP es muy potente y tiene un horizonte para brindar soluciones tecnológicas para el desarrollo del país.