Es investigadora de CONICET, trabaja en el Centro de Investigación y Desarrollo en Ciencias Aplicadas "Dr. Jorge J. Ronco" (CINDECA) y es docente en la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP.

¿Cómo se conforma tu grupo de trabajo y por qué decís que hacen Química Verde?

El grupo de trabajo está encabezado por el Dr. Gustavo Romanelli y por mí, que trabajamos junto a otros investigadores, becarios, personal de apoyo y estudiantes avanzados. El Dr. Romanelli encabeza las líneas de investigación referidas a la parte orgánica y gracias a la consolidación entre las dos ramas, la inorgánica y la orgánica, el grupo está creciendo rápidamente y se está consolidando en Argentina y América Latina, con colaboraciones en España, Italia, Alemania y Francia.

El objetivo principal que tenemos los que realizamos Química Verde es el de reducir los problemas medioambientales generados por las reacciones químicas, no eliminando la contaminación una vez producida, sino atacando el problema desde el principio: utilizando procesos químicos que no produzcan residuos. Lo que se hace entonces es rediseñar la ruta de síntesis para que dichos residuos no se generen.

¿Es posible, entonces, no generar ningún residuo?

Lograr que una reacción no produzca residuos es casi una utopía, siempre hay subproductos o "residuos" que se deben acumular sino encontramos la utilidad de los mismos en su aplicación en otros procesos. En nuestras líneas de investigación buscamos trabajar con compuestos que sean altamente selectivos, es decir, que nos den aquellos productos que buscamos. Para esto debemos tener un conocimiento de diferentes áreas de la química, por ello el grupo es multidisciplinario, para que las investigaciones den los resultados esperados.

¿Y se puede hacer algo con los residuos que se generan, por ejemplo, a nivel industrial?

Se está buscando solucionar este problema social y medio-ambiental, mediante el re-uso de los residuos al utilizarlos como soportes de catalizadores, reparadores de suelos y aditivos de pinturas, por citar algunos ejemplos. Esta investigación se encuentra en una primera faceta de estudio, donde se ha establecido como premisa el uso de los residuos sin tratar. Se buscaron residuos provenientes de distintas fuentes para realizar con ellos compuestos-mezcla, como arena y cemento proveniente de la industria de la construcción, vidrio de botellas no retornables o neumáticos en desuso. Se pretende obtener suelos adaptables para el crecimiento de diferentes plantas, como pueden ser las aromáticas.

Otro ejemplo es el caso de las cenizas de cáscara de semillas de girasol, las cuales son impregnadas con solución de un compuesto químico denominado heteropoliácido, para su uso como aditivos en pinturas higiénicas, que se usan como antimicrobianos.

Cuando digo Química Verde, automáticamente pienso en plantas, ¿se trabaja en procesos que aprovechen los residuos orgánicos que podemos llegar a generar en nuestros hogares, por ejemplo, cáscaras de frutas o verduras?

A partir de residuos de té o café se pueden obtener nanopartículas de plata. En relación a los residuos industriales en gran escala, como son los cítricos en nuestro país, la cáscara de naranja o limón se usan como aditivos incluidos en matrices de sílice obtenidas por una técnica particular que ofrece el reemplazo de reactivos químicos costosos y contaminantes. Con esta forma de trabajar en investigación se cumplen en su mayoría con los  principios de la Química Verde.

Maria Dolores Morales/ María Belen Colombo