No nos equivocaríamos mucho afirmando que la pandemia modificó la vida de todos los habitantes del planeta.  En particular, aquí en la UNLP, a Rosana Toro, Victoria Nadalich, Rocío Lastra y Adriana Duarte les cambió su forma de aprender, enseñar y ejercer la profesión de bioquímicas.

Junto a 17 personas más, de las cuales 11 son mujeres,  integran el equipo de trabajo del Laboratorio de laboratorio de Salud Publica (LSP) de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP que fue acondicionado a fines de febrero del 2020 y desde marzo de ese año integra la red nacional de diagnóstico de COVID-19.

"Comenzamos analizando 40 muestras diarias de hisopados naso-faríngeos y llegamos a testear 400 muestras en un día -explica Rosana Toro-. Nunca pensamos que ibamos a manejar esta cantidad de muestras, tuvimos que armar un equipo con gente experimentada, que habían participado en la época de la epidemia de Gripe A H1N1, otros con experiencia en hospitales y estudiantes voluntantaries que fueron aprendiendo. Desde marzo del año pasado trabajamos de lunes a sábado y no paramos ni en las vacaciones", agrega la coordinadra del sector de bilogía molecular del LSP.

"En lo personal nuestras vidas quedaron en suspenso, dedicamos muchísmas horas al trabajo, a veces postergando a nuestra familias o parejas. En mi caso, mi marido comprendió la importancia de lo que estábamos haciendo y se hizo cargo de los cuidados, fue un gran apoyo", sostiene Rosana 

Aprendizajes

Rocío  y Adriana están a pocas materias de teminar la carrera de bioquímica. Cada mañana  llegan a la Facultad de Ciencias Exactas con su mochila al hombro, dejan su ropa de calle, sus pertenecias y sus miedos en el placard de la piecita que está a la entrada del Laboratorio de Salud Pública, visten un ambo y se sumergen en el mundo de testeo  de Covid -19.

"No tenía experiencia en biología molecular y se me abrió un mundo nuevo,  fue como empezar de cero" cuenta Rocío que lleva cuatro meses en el equipo.

"Comencé recibiendo las muestras, rutulándolas con un código y fui pasando por todos los lugares del laboratorio, ahora estoy en la parte de extracción, la previa de la PCR.  Nos tuvieron mucha paciencia, no importaba cuántas veces preguntabas que te volvían a explicar lo que no entendías, y fundamentalmente nos enseñaron a formanos un criterio para trabajar. La experiencia nos cambió mucho la mirada, porque una cosa es la teoría de una cursada y otra es la práctica en el laboratorio", sostiene Adriana.

Victoria es graduada, trabajó en el hospital y reconoce que  esta experiencia " te hace ser conciente de lo que significa el trabajo que hacemos, tanto para pacientes como para médicos y médicas que esperan el resultado de los testeos".

Los miedos

"Al principio teníamos incertidumbre, se conocía poco del virus y cuando uno decia COVID salian todos corriendo, pero en la facultad era diferente, los voluntarios y las voluntarias estaban predispuestos  a participar", recuerda Rosana Toro.

 "No es que no teniamos miedo, pero mi familia me apoyó, me  dijeron que no me preocupe, que había más posiblidades de contagiarme yendo al supermercado que trabajando en el Laboratorio, y tenian razón, ya que estamos muy protegidos con el equipo de seguridad, usamos doble guantes, cofia, barbijo y máscara" confiesa Rocío.

El laboratorio es seguro, tiene dos espacios con diferentes niveles de seguridad. Hay una zona llamada limpia, que es donde se reciben las muestras, se las rotula y cuando se termina el proceso se cargan los resultados a la plataforma SISA (Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino) ; y  otra  llamada zona sucia, a la que se ingresa vestidas con el equipo de seguridad, donde se van abriendo los tres envases que contienen la muestra, se la  descontamina y luego adentro de la cámara de seguridad se la procesa, se hace la suspención celular que muy sinteticamente consiste en  extraer el ácido nucleico de la célula, se la mezcla con los reactivos que vienen en los kit de diagnóstico y luego se prepara la plantilla que se lleva al termociclador que es el aparato que hace las reacciones químicas para ampliar el adn y obtener el resultado de la prueba).

Hasta el dia en que realizamos esta nota no hubo casos de Covid 19 entre el personal del laboratorio

El futuro

Hace unos días superaron las 25000 muestras analizadas y seguramente seguirán a ese ritmo mientras dure la pandemia. Pero además de realizar pruebas diagnósticas (PCR) realizaron  validaciones de otros métodos diagnósticos y colaboran con estudios de investigación y desarrollo de métodos propios de diagnóstico y vigilancia.

Por eso Rosana Toro mira una jugada mas adelante: "Esto fue posible porque teníamos la experiencia del grupo Gripe A y porque contamos con el apoyo y aporte de todos los laboratorios de la Facultad para equipar el LSP rápidamente para poder realizar los testeos, pero ahora esos grupos de investigación vuelven a trabajar presenciales y necesitan sus aparatos, por ejemplo el termociclador que es fundamental para nuestro trabajo. Por eso tenemos que conseguir equipamiento y dejar funncionado este laboratorio de biologia molecular, para dar respuestas rápidas en caso de epidemias, pero también para cumplir nuestra tarea educativa, de investigación y de extensión en la comunidad como en la Universidad pública"

Los apoyos

El Laboratorio de Salud Pública  tuvo  el aporte de varias áreas e institutos de la Facultad de Ciencias Exactas, como el Instituto de Biología Molecular y Biotecnología

y el Instituto de Estudios Inmunológicos y Fisiopatológicos (IIFP) y de Universidad Nacional de La Plata . Todo el trabajo fue realizado en coordinación con el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires