"Los chinos utilizan dos pinceladas para escribir la palabra crisis. Una pincelada significa peligro, la otra, oportunidad. En una crisis, toma conciencia del peligro pero reconoce la oportunidad".
Esta frase fue dicha por John F. Kennedy hace tiempo y ha quedado en el inconsciente popular hasta estos días. No sólo es una frase que ayuda a quien necesita un aliento o esperanza en tiempos de crisis sino que, a pesar de la falsedad de esta aseveración, sigue vigente e instalada en la sociedad.
Las erupciones del volcán Puyehue, y más recientemente del Calbuco, han generado una crisis ambiental en el sur argentino y chileno, afectando la vida de miles de personas. Las cenizas expulsadas se han depositado por toneladas en los lugares más recónditos y sublimes de los paisajes patagónicos. Frente a estos hechos, muchas veces impredecibles, es un desafío brindar respuestas que reviertan la situación de crisis o generen oportunidades nuevas para los pobladores.
En Gonnet, partido de La Plata, un grupo del CETMIC (Centro de Tecnología de Recursos Minerales y Cerámica) ha tomado esta crisis como un desafío para transformar las cenizas volcánicas -residuo que contamina las ciudades- en un producto con valor agregado como componente de la pasta cerámica, y así realizar un pequeño aporte a quienes la sufren.
Desde esta perspectiva, los integrantes del grupo de cerámica tradicional, coordinado por el Dr. Rendtorff lograron, luego de una serie de estudios y análisis, caracterizar estas cenizas y determinar que es viable su empleo en los cerámicos triaxiales, como sustituto del agente fundente, reemplazando a los feldespatos o carbonatos, que son los materiales que se usan en la actualidad.
Los resultados obtenidos han sido satisfactorios en cuanto a los valores esperables para cuerpos cerámicos. Se analizaron las propiedades texturales (mediante mediciones de densidad y porosidad), estructurales (por difracción de Rayos X), mecánicas (midiendo la resistencia a la rotura y su elasticidad) y morfológicas (por microscopía electrónica de barrido) de los cuerpos, habiendo reemplazado el 100% del total de feldespato potásico por cenizas volcánicas, en una fórmula de [60% arcilla- 25% feldespato- 15% sílice]
El estudio realizado es un pequeño aporte hacia transformar la ceniza volcánica, que hoy en día está siendo una causa de preocupación para quienes la padecen, en una nueva oportunidad. De esta manera, queda solamente tomar decisiones políticas frente a esta crisis natural, que si bien no se puede prever ni frenar, si se podrían alivianar algunos (y aun pocos) de los daños ya realizados. Esto se llevaría a cabo al pensar las cenizas ya no como un residuo sino como un recurso natural posible de ser incorporado como materia prima en ladrilleras y talleres cerámicos artesanales o artísticos, dándole de esta manera un valor agregado a las cenizas y a la vez, disminuyendo la sobreexplotación de materias primas no renovables como los fundentes.
Autores: Florencia Serra, Martina Gamba, Gustavo Suarez y Nicolas Rendtorff