Un nuevo brote llegó a nuestro país y activó las alarmas. Se trata de Candida auris, una especie de hongo que crece como  levadura y que puede ocasionar infecciones y enfermedades serias, predominantemente en pacientes hospitalizados.

 "Es un brote de algún modo esperado, ya hubo casos en otras partes del mundo desde el 2009, por lo que el sistema de salud puede diagnosticarlo rápidamente.  Si  bien es un hongo complicado, por la escasa eficacia de  antifúngicos para controlar la infección, tiene una mortalidad reportada, en casos de fungemia, de entre un 30 y 72%  en personas con comorbilidades", explica la docente y especialista en micología María Victoria Zuliani .

 El hongo puede vivir  en personas colonizadas, es decir, formando parte de la microbiota o permanecer en objetos inanimados por varias semanas. El contagio se produce mayormente en ambientes hospitalarios contaminados o personas colonizadas, y el problema es que esta levadura es resistente a  los desinfectantes comunes, por el momento, por lo que se recurre al cierre de la sala para  eliminar el foco.

Los dos casos  que se conocieron en CABA fueron de personas, una de ellas llego en avión sanitario desde el exterior y otra había sido operada y tenía un catéter  del cual se aisló el hongo, en ambos casos hubo enfermedades previas y  un paso previo por la institución. Por eso creo que no hay que  alarmar a la población ya que el sistema de salud está preparado para detectarlo", agrega la LIcenciada Zuliani.

De oriente a América:  la trayectoria de la Candida Auris

En 2009 se conoció un primer caso de infección en humanos en Japón:  un paciente con una otitis externa. En el 2011 se habló del primer caso de fungemia  y en 2012 se notificó el primer brote  hospitalario  en el continente americano y desde ese mismo año hasta la fecha se conocieron casos en 47 países .

El conocimiento de estos casos hizo que los laboratorios estén preparados para hacer un diagnóstico presuntivo, que luego se confirma si el laboratorio cuenta con  la técnica de Maldi-TOF. Siempre debe ser enviado el aislado para la secuenciación de ADN al Laboratorio de Micología Clínica del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas de la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud “Dr. Carlos Malbrán” (INEIS-ANLIS)

Convivir con los hongos

Nuestra microbiota está integrada por  bacterias, hongos y otros microorganismos  que conviven con nosotres y debemos tener algunos cuidados para que esa convivencia sea en armonía.

Los hongos más conocidos son los que afectan  los pies, en general en personas que practican deportes o utilizan calzado ajustado. Para evitar el contagio es prudente no circular descalzos en alrededores de piletas o zonas húmedas donde estos organismos pueden estar. También es bueno usar talcos y airear el calzado y plantillas asiduamente, para no generar un  ambiente  propicio para el desarrollo de hongos.

En primavera, y principalmente en adolescentes, quienes tienen la piel más seborreica, pueden aparecer manchas en la parte superior de los miembros superiores, escote, espalda,  es una levadura que está en los folículos pilosos, perteneciente al género Malassezia, que  cuando se  exponen al sol se pone en evidencia  a través de hiper o hipopigmentación de la piel, pero que por lo general no produce picazón. Son parte de la flora normal de la piel.

En la boca y el tubo digestivo tenemos Candida albicans. También este tipo de hongos constituyen la flora vaginal junto a bacterias, pero muchas veces el consumo de antibióticos  barre a las bacterias provocando un desequilibrio en la microbiota y generando un crecimiento excesivo de  Cándida albicans que provoca vaginitis.